jueves, 19 de marzo de 2009

Agresividad por Causa Organica

Agresividad cpor Causa orgánica

Pets y Mas. Num.100. Costa Rica
M.Sc. David Peiró
Etólogo Clínico Veterinario
Adiestrador Canino
Director FOGAUS. Centro de Adiestramiento y Psicología Canina. Costa Rica
www.fogaus.com
info@fogaus.com


AGRESIVIDAD CANINA POR CAUSA ORGANICA


La agresividad que manifiesta un perro puede tener numerosas causas, ya sea por un componente genético, por aprendizaje o derivada de una patología de origen orgánico. Sea como fuere, ante cualquier caso de conducta agresiva de un animal, siempre es necesario descartar que pueda provenir de este último factor.

La agresividad subyacente a una patología orgánica representa entre un 20 y un 25% de los casos de consulta atendidos por especialistas en comportamiento, un porcentaje nada despreciable y por el que es importante que tanto propietarios como profesionales tengan conocimientos sobre ello.

Se debe señalar también que a veces un comportamiento agresivo de origen orgánico puede no ser el motivo exclusivo de este tipo de conducta, sino que actúe como potenciador de aquel, es decir, que aumente la intensidad de un desorden psicológico que ya padezca el perro previamente.

A continuación, vamos a describir de manera breve algunas de estas causas orgánicas que cursan con manifestaciones de comportamientos agresivos:

HIPOTIROIDISMO:

Es la causa más frecuente de agresividad con origen orgánico, aunque al ser descubierto recientemente no existe mucha literatura al respecto.

Se trata de un desarreglo hormonal del que se piensa puede afectar la transmisión normal entre las neuronas disminuyendo la actividad de la serotonina (neurotransmisor del cual uno de sus efectos es la inhibición sobre la agresividad) en el sistema nervioso central y provocando anomalías de comportamiento.

El hipotoroidismo puede o no manifestarse a nivel físico con síntomas tales como alteraciones de la piel, obesidad, letargia, etc. o solo con comportamientos de agresividad en los cuales los episodios agresivos pueden responder a contextos claros y definidos, o al contrario, se presentan de manera impredecible. También puede ocurrir que en otros casos pueda confundirse con una agresividad típica por dominancia o miedo.

Es por ello, que siempre se debe descartar esta patología mediante análisis de concentración plasmática de T4 y TSH que su veterinario podrá determinar. Un valor bajo en T4 y uno alto en TSH pueden ser los causantes del comportamiento agresivo del perro o como potenciador de este. El tratamiento con Levotiroxina a menudo mejora de forma rápida el problema.

DOLOR

Cuando un perro padece de dolores por la razón que sea, el simple hecho de que las personas u otros perros se le acerquen e intenten tocar la zona afectada puede ser motivo de agresividad contra estos. También es posible que una vez desaparecido este dolor, la respuesta agresiva pueda continuar, o que el dolor cause irritabilidad en el perro y esa sea la causa de las agresiones. Por todo ello, se debe consultar al veterinario para descartar que su perro padezca dolores y que sean estos el motivo de la conducta agresiva.

HIDROCEFALIA CONGÉNITA:

Dependiendo de su desarrollo es difícil diagnosticarla, salvo que la deformación del cráneo sea evidente. En muchas ocasiones su manifestación a nivel conductual puede confundirse fácilmente con la agresividad por dominancia.

La sintomatología es variada, pero a modo general, síntomas que nos hagan sospechar de hidrocefalia pueden ser: manifestación de conductas agresivas entre los 4 y 6 meses de edad del perro, dificultad en el aprendizaje en relación a la eliminación inadecuada, agresividad dirigida hacia cualquier persona y sobre todo cuando se les manipula. Es importante tener en cuenta también la predisposición de algunas razas a padecer el problema.

El tratamiento de elección es la administración de glucocorticoides, aunque este tratamiento es normalmente solo paliativo.

TUMORES INTRACRANEALES

Al igual que en la hidrocefalia congénita, la única forma de detectarlo es mediante una Tomografía Axial Computerizada (T.A.C.), aunque la presencia de una masa tumoral en cualquier otra parte del cuerpo puede ser indicativo de tumor intracraneal al tratarse este muchas veces de una metástasis.

Los perros que padecen este problema suelen manifestar conductas agresivas sin motivo aparente y de forma totalmente imprevisible, pudiendo mostrar un comportamiento normal entre dos episodios consecutivos de agresividad.

OTRAS CAUSAS

Finalmente otros factores, aunque menos usuales, pueden ser causantes de manifestaciones de agresividad en perros como déficits sensoriales tales como sordera o ceguera, la epilepsia psicomotora, encefalopatías metabólicas, encefalomielitis víricas, la lisencefalia o las intoxicaciones, especialmente por plomo.


Como se ha indicado, descartar patologías orgánicas como causantes o potenciadoras de la agresividad es el primer paso para averiguar por qué nuestro perro es agresivo. Una vez que sabemos que este no es el motivo, el siguiente paso sería, a través del especialista en comportamiento, averiguar de qué tipo de agresividad se trata para poder comenzar con un tratamiento adecuado y extinguir esa conducta.

Existen numerosos métodos basados en la ciencia de la etología clínica para tratar los comportamientos agresivos. Métodos con someter al perro por la fuerza para hacerles entender que somos nosotros los que mandamos, castigar físicamente, etc. son técnicas no solo obsoletas hoy en día, sino totalmente contraproducentes que harán que el animal padezca más miedo, o en el peor de los casos, aumente su agresividad.

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