viernes, 30 de octubre de 2009

Agresividad Territorial e intraespecífica

Historia:

Mini es una hembra esterilizada, de diez años de edad y de raza mestiza; es bastante pequeña y pesa 6Kg. Su dueño es Olman, quien tiene una familia numerosa con adolescentes y niños. Viven en una casa grande que tiene un patio de 40 metros cuadrados.

Mini fue adoptada cuando tenía tan solo de 1 mes de edad, proveniente de una conocida de la familia que estaba decidida a no mantenerla por más tiempo en su casa. En ese entonces la familia habitaba una casa pequeña, en una zona urbana, con un patio de aproximadamente 20 metros cuadrados. En esta casa Mini contaba con la presencia de una perra de diez años de edad, de raza French Poodle con carácter muy tranquilo y que no daba problemas, ambas consiguieron socializar muy bien y pasaban todo el tiempo juntas. Tanto Olman, como sus hijos dedicaban mucho tiempo a la nueva perra, jugando con ella y dándole numerosos paseos sin que esta diera nunca ningún problema. La perra dormía en la sala acompañada de la French Poodle, le daban comida dos veces al día y le retiraban el plato cuando ella terminaba de comer.

Conforme fue creciendo la familia comenzó a notar una alta intolerancia a los extraños cuando llegaban a casa, y más aún cuando se acercaban a su lugar de dormir, molestia que manifestaba con gruñidos que conseguían alejar a los visitantes. Poco a poco fue trasladando su enojo a todas las partes de la casa, y se quedaba todo el día en la cochera sin dejar acercarse a nadie. Cuando tenía 1 año recién cumplido, sus gruñidos y ladridos dejaron de parecerle suficientes y mordió en un tobillo a una señora que se encontraba de visita.

El asunto se fue agravando ya que la perra estaba atenta y cuando abrían el portón se escapaba y atacaba a quien rondara la casa ya fuera una persona u otro perro. Sin embargo, en sus paseos al parque era bastante tranquila y nunca daba problemas aunque estuviera rodeada de muchas personas.
Posteriormente la familia se trasladó a vivir en el campo, en una casa mucho más espaciosa y su comportamiento siguió siendo el mismo. A los pocos días de la mudanza, en una de sus fugas Mini mordió a un niño que se encontraba sentado jugando en la acera que bordea la casa, el mordisco fue controlado y mantenido, perforando la epidermis de la pierna del niño. La familia decidió quitarle el acceso al resto de la casa aislándola en el patio.

Cuando Mini tenía 6 años la French Poodle murió, por lo que la familia decidió conseguir otra perra, en esta ocasión una mestiza. El comportamiento de Mini hacia la nueva perra fue extremadamente agresivo, y nunca se pudo corregir, por lo que nunca han podido estar juntas. Este aspecto, sumado a posteriores fugas de Mini y dos ataques más hacia las personas del barrio llevaron a la familia a tomar la decisión de aislar a Mini en una jaula de 9 metros cuadrados, donde se mantiene hasta la fecha, y es sacada a pasear por veinte minutos diarios.

Diagnóstico diferencial:

Para realizar el diagnóstico conviene recapitular los problemas de Mini: primero que todo presenta una problemática agresividad de tipo ofensiva ante los extraños, y ante una hembra que convive con ella.

La agresividad por dominancia se caracteriza por ataques principalmente a miembros de la familia que se dan en un contexto competitivo, se debe a que el perro no acepta plenamente la autoridad de sus propietarios. Es bastante claro que estas características no coinciden con nuestro caso.

Descartamos también la agresividad por miedo, ya que esta se presenta cuando hay aproximación hacia el perro, y este presenta una postura defensiva que incluye: grupa agachada, orejas hacia atrás, belfos retraídos, cola recogida en medio de las extremidades y en ocasiones piloerección, además la fase de intimidación es apenas perceptible.

El hecho de que haya sido separada tan tempranamente de la madre nos puede hacer pensar en una posible disocialización primaria, que se presenta cuando los perros no han aprendido las reglas de vivir en grupo. Sin embargo en el caso de Mini, su comportamiento muestra una organización secuencial de amenaza, ataque y apaciguamiento como señal de parada, y además presenta una correcta inhibición de mordida.

También descartamos la agresividad redirigida, pues en esta los ataques se dan hacia un objeto o persona que no es el estímulo de la excitación agresiva.

La agresividad por predación la descartamos ya que esta es una conducta que generalmente está asociada al movimiento, o como respuesta ante un estímulo auditivo y se da después de un acechamiento silencioso.

Como las agresiones que se presentan son de tipo ofensivo, no encaja el síndrome de privación, ya que en este las mordidas se producen en contextos que puedan producir miedo al animal, debido a que la etapa crítica del desarrollo la vivió en un ambiente pobre de estímulos.

La agresividad por protección de recursos se presenta cuando el perro está en posesión de algo que le resulta sumamente apetecible. El animal ladra, trata de morder o muerde cuando se le acerca una persona o animal mientras está en posesión de su objeto. En este caso Mini no se encontraba en posesión de ningún objeto en el momento de las agresiones, y en dado caso de que el objeto de protección fueran sus amos los habría defendido también en los paseos estando lejos del hogar, y esta situación nunca se presentó.

Por lo tanto llegamos a la conclusión de que estamos ante un caso de agresividad territorial que se caracteriza por ataques a desconocidos, en un contexto territorial, con una postura ofensiva y con una secuencia de comportamiento que incluye la amenaza. Además, Mini posee la sociopatía de agresión intrasexual entre hembras, la cual se observa con más frecuencia entre hembras que viven juntas, y es posible que intervenga la dominancia y los factores hormonales ya que ambas perras fueron castradas. Es importante mencionar que no se descartaron problemas de origen orgánico, por lo que sería conveniente realizar los exámenes necesarios.

Valoración de riesgo:

Es fundamental, ya que estamos ante un caso de agresividad, valorar el riesgo que el animal supone para los que lo rodean.

Se han producido muchas lesiones, mas solo una de ellas necesitó la visita al médico, y ninguna fue reportada a las autoridades. La agresividad es de tipo ofensiva y el mordisco controlado y mantenido, por lo que puede ocasionar perforación de la epidermis. En el vecindario habitan personas de alto riesgo como niños menores de tres años y adultos mayores.

La perra es de pequeño tamaño y con un peso de tan solo 6 Kg. Sus ataques son precedidos de una fase de amenaza clara, por lo que los propietarios pueden controlarlos, además se puede introducir el uso del bozal para evitar cualquier daño.

Tratamiento:

Para el caso de agresividad territorial es importante enfocar nuestro tratamiento en dos direcciones: modificación de ambiente, y modificación de conducta. Con respecto al entorno los propietarios, ya separaron a la perra con barreras físicas para evitar lesiones a humanos, y no le tienen acceso a las visitas. Vamos a dejar a la perra en estas condiciones hasta que se haya superado el problema por medio de la modificación de la conducta que se realizará de la siguiente manera:

• Entrenar a la perra para el uso del bozal por medio de asociaciones positivas.
• Entrenamiento en obediencia básica, con el fin de que la perra pueda ser controlada cuando inicie una agresión.
• Desensibilización y contracondicionamiento, con la Introducción gradual de desconocidos, incrementando la dificultad de forma progresiva, siempre con la perra bajo control; trasladar el ejercicio a la puerta de entrada con la presentación de estímulos desencadenantes, como tocar el timbre, hacer pasar a las visitas y otros. Reforzando con premios las conductas de aceptación.
• Poner a la perra en confinamiento social cuando exhiba el comportamiento.
• Debe mantenerse seguro el perímetro de contención de la perra para evitar el daño a otros.
En el caso de la agresión intrasexual el caso está bastante avanzado, y será difícil de controlar, por lo que es necesario una gran predisposición y cooperación de los propietarios. En este caso se debe proceder a una modificación del entorno en donde las perras solo estarán en contacto cuando estén bajo control, se puede utilizar el bozal, y se debe respetar el orden jerárquico que tengan establecido las hembras. Con respecto a la modificación de la conducta procederemos de la siguiente manera:
• Entrenamiento en obediencia básica, para poder controlar a las perras cuando inicien una acción agresiva.
• Desensibilización y contracondicionamiento, con el acercamiento progresivo de los animales, siempre bajo control y con correa. Reforzar los comportamientos aceptables e ignorar los errores.
• Cuando las perras se hayan acostumbrado a vivir juntas, se debe retirar de ellas toda atención. En caso de que se dé un enfrentamiento entre ambas, se debe procurar no intervenir a menos que la situación se salga de las manos. Si es necesaria la intervención, se debe favorecer a la ganadora para aumentar más la brecha jerárquica, sin que la perra considere que está siendo premiada.

Autora: Jessica Abarca
Entrenadora Canina
Alumna del curso de Adiestrador y Terapeuta del Comportamiento Canino. FOGAUS

sábado, 19 de septiembre de 2009

Una triste historia de la radio.

Lloré. Lo que escuchaba esa noche en la radio, una entrevista que se le hizo a un cazador sobre el uso de perros de raza galgo para la caza en España, me hizo llorar. Fueron lágrimas de tristeza mezcladas con una tremenda sensación de impotencia.

Les pido que lean esta entrevista que se hizo un día cualquiera en la radio. Siento tener que publicar artículos como este, pero es la realidad, y si queremos solucionar el problema del bienestar animal, no podemos ni debemos ignorarla.

David Peiró.

-----

Pregunta: (…) ¿hasta qué edad tiene eficacia un galgo en el rastreo y persecución de la presa en el deporte de la caza?
Respuesta: “ hasta el año de edad todavía pueden servirnos para la caza”
P: “ ¿y qué hacen con ellos después del año?”
R: “Los matamos”
P: “ ¿Cómo los matan?”
R: “ Les metemos un tiro en la cabeza”
P: “Pero… ¿no les tienen piedad?, ¿no acaban teniendo afecto a los perros además de lo mucho que les han ayudado?
R: “ Los perros son estúpidos, sólo son animales”
P: “¿Estúpidos? ¿Por qué?
R: “ Son estúpidos. El otro día que volvía de caza, a uno de los galgos que antes era muy bueno y que ya debía tener como un año y medio de edad, le pegué un tiro a la cabeza porque ya no rastreaba como antes -risas del cazador- pero debió ser que no le pegué bien el tiro porque todavía estaba vivo, el muy bastardo. Pero fíjate si era estúpido que hasta todavía retorciéndose y muriendo en el suelo ¡me lamía los zapatos!…”

Cómo encontrar un buen criador de perros?

Introducción

En la sociedad actual, y dado el espectacular aumento de la tenencia de mascotas en las casas (en este caso, de perros), se ha descontrolado el mercado de venta de animales y por ende, el manejo que de estos se da en los criaderos.

Son pocos los criaderos que realmente cumplen con la normativa exigida, y poco también el control que el ente regulador de salud animal lleva a cabo sobre estos centros, lo cual permite a muchos criadores irresponsables actuar a su libre albedrío.

Los buenos criaderos son aquellos que realmente sienten una preocupación constante por el bienestar de sus animales y anteponen su ética profesional a sus intereses económicos. Ellos conocen bien las necesidades físicas y psicológicas de estos y la selección de buenas líneas. Es a ellos, y únicamente a ellos a los que deberíamos acudir para obtener una buena mascota saludable.

Pero al final, y como ocurre en demasiadas ocasiones no solo en el mundo canino sino en el de los animales en general tanto domésticos como silvestres, son ellos los que acaban siendo víctimas de la ambición y de la miseria humana cuando lo único que pretenden es comerciar con ellos para obtener un beneficio económico sin importar la misma calidad de vida y el bienestar de esos animales.

Por ello, este artículo pretende concienciar y dar los conocimientos necesarios al futuro propietario de una mascota para saber comprar un perro a un criador responsable, esto es, que cumpla con las normas exigidas, tanto éticas como legales, que debería cumplir todo comerciante de animales. Pretende que el comprador sea consciente de que comprando una mascota a un mal criador sólo va a conseguir que éste siga llenando sus bolsillos a costa de los perros que vende y que por tanto, continúe en la línea de priorizar el aspecto económico sobre la salud física y psicológica de los animales que vende.

Pero antes de proseguir, solo quisiera invitar al lector a reflexionar sobre una cuestión que personalmente considero de suma importancia: comprar un perro o adoptarlo. Sugiero, sencillamente, que antes de decidirse a comprar un perro, pensemos en la cantidad de ellos que viven abandonados y sufriendo en nuestras calles, perros que probablemente vayan a ser mucho mejores compañeros de nuestra familia. Pero este tema merece otro artículo…

A continuación, publicamos un artículo escrito por Ricardo Mata Brenes, alumno de FOGAUS, adiestrador canino y amigo. Esperamos que este artículo contribuya para acabar de una vez con aquellos criadores irresponsables. Gracias, Ricardo.

M.Sc. David Peiró. Director centro FOGAUS
--------------------------------------------------------------


¿Cómo encontrar un buen criador de perros?

Si ya analizó los aspectos de la raza y está decidido a comprar un cachorro, por favor cómprelo a un Criador Responsable y no a un “criador de patio trasero” o a una tienda de mascotas. Por lo general estas personas no tienen idea de cómo producir cachorros finos, saludables, socializados y con un temperamento acorde con la raza. Además por lo general no tienen intenciones de responder por el cachorro más allá de la venta.

Aunque muchas veces es más barato adquirir tu cachorro de un criador de patio trasero, a largo plazo te puede salir más caro en cuanto a gastos veterinarios y costos emocionales (el desgaste por un perro enfermo, mal temperamento y hasta incluso la decisión de sacrificarlo porque no puedes controlarlo).

Un Criador Responsable es una persona que cría para MEJORAR y PRESERVAR la Raza.

Un Criador Responsable venderá los cachorros con garantía de salud y un contrato de venta.

Ningún criador puede garantizar que sus cachorros no presentarán enfermedades hereditarias, pero un Criador Responsable está bien informado acerca de los problemas de salud de la raza y las pruebas que se pueden hacer e informar a los futuros propietarios sobre cualquier problema que haya encontrado.

Un Criador Responsable te hará muchas preguntas e incluso te solicitará llenar una solicitud. Él o ella te preguntará acerca de tu familia, tu estilo de vida, perros que tengas o hayas tenido, tu experiencia con la raza, el campo que dispones para el cachorro, el tipo de jardín que tengas e incluso hasta podría pedir referencias. Él no está siendo molesto, solo se preocupa por sus
cachorros, él los ha traído a este mundo y quiere colocarlos en el mejor hogar posible, esto para evitar que sea solo un impulso y que en un año su cachorro se convierta en un perro que necesita un nuevo hogar. ¡Duda de cualquier criador que venda el cachorro a cualquiera sin hacer ninguna pregunta!

Un Criador Responsable está siempre dispuesto a mostrarte sus instalaciones, debes conocer sus otros perros, posiblemente aún conserve tías, tíos, primos de la camada disponible. Los Criadores Responsables usualmente están orgullosos de sus perros y le encanta mostrarlos.

El padrote de la camada posiblemente no esté disponible, esto porque muchas veces la mejor pareja para una hembra es de otro criadero, pero debe mostrar fotos, pedigríes y las pruebas de salud del padrote para que usted las vea. También debe estar dispuesto a dar información de antiguos clientes que puedan dar referencias acerca de los cachorros que él ha vendido.

Los Criadores Responsables están usualmente involucrados con el mundo canino de lujo, pregúntele acerca si pertenece a algún club, qué actividades realiza con sus perros. Ellos deben regularmente mostrar sus perros en exposiciones ya que es así como los buenos criadores saben que están siguiendo un programa correcto de crianza.

Un Criador Responsable debe responder por sus cachorros, usted debería firmar un contrato por cada cachorro que usted compre, el contrato debería incluir una garantía de salud por un periodo determinado de tiempo y una cláusula donde el criador se compromete a recibir el cachorro de nuevo si el cliente decide que ya no lo quiere (sin importar la razón ni la edad).

Además una buena práctica es que si el cachorro se vende como mascota (no como categoría de exposición) se podría firmar una cláusula de esterilización. El cachorro deber ser vendido con la tarjeta de vacunas y todos los tratamientos que ha recibido.

¡UN PEDIGREE O REGISTRO DE LA ASOSIACIÓN CANÓFILA COSTARRICENSE O CUALQUIER OTRA ASOCIACIÓN CANINA NO GARANTIZA CALIDAD, LO ÚNICO QUE INDICA ES QUE SUS PAPÁS TAMBIÉN ESTUVIERON REGISTRADOS!

Depende de usted como cliente hacer su tarea de decidir dónde quiere adquirir su mascota.

¡LA COMPRA DEL CACHORRO ES SOLO UNA PEQUEÑA PARTE DEL PORCENTAJE DE DINERO QUE USTED INVERTIRÁ EN UN COMPAÑERO QUE ESTARÁ CON USTED POR AÑOS. AUMENTE LAS POSIBILIDADES DE TENER UN AMIGO SALUDABLE SIGUIENDO LOS LINEAMIENTOS DE ESTE ARTÍCULO AL ESCOGER UN CRIADOR!

Mientras que algunos cachorros de criadores no capacitados están sanos y felices, muchísimos más están enfermos, poco socializados y con problemas genéticos que desencadenarán en un perro problemático que no le dará la satisfacción que usted busca.

A continuación exponemos una serie de preguntas que se le ayudarán a calificar a un Buen Criador
(Criador Responsable).

1. ¿Cuánto tiempo lleva usted de criador? ¿Qué otras razas ha criado usted?

Con esta pregunta uno lo que busca es evitar criadores que van cambiando cada cierto tiempo de raza, dependiendo de cual esté de moda, hay que buscar un criador con experiencia en la raza. Si son nuevos en la crianza cual ha sido su preparación y que cuidados ha tenido para producir una camada de calidad.

Sea muy cauteloso con los criadores que crían más de una raza, deben estar en capacidad de demostrar que sus métodos de cría y prevención de mezclas es efectivo, además que sus instalaciones deben respaldar su discurso.

2. ¿Qué clases de defectos congénitos están presentes en la raza? ¿Qué medidas o precauciones ha tomado usted para reducir la probabilidad de estas enfermedades?

Descarte a cualquiera que le diga que ninguno, que sus cachorros están libres de defectos congénitos, enfermedades genéticas o hereditarias.

Nota: los defectos congénitos son anomalías del desarrollo que están presentes en el momento del nacimiento.

Existen problemas genéticos en casi la totalidad de las razas. Realice una investigación para que esté seguro de cuál es la respuesta que debe recibir del criador. Un criador responsable debe ser capaz de saber cuáles son los problemas presentes en la raza que críe, sea cual sea, qué clase de pruebas existen para encontrarlas y si las ha hecho en sus perros. Cualquier perro que muestra señales de defectos congénitos no debe ser reproducido.

Descarte cualquier criador que esté criando con perros con problemas genéticos o al que no esté realizando pruebas a sus perros y perras.

3. ¿Tiene los padres en el lugar? ¿Puedo verlos?

Muchos criadores no son dueños de ambos perros, pero al menos se debería tener la
posibilidad de ver la madre y otros perros del lugar cuando usted visite el criador. Si el criador duda en mostrarlos pregunte el porqué.

También tenga en consideración que usted no debería interactuar con cachorros muy jóvenes (menos de 4 semanas), esto para eliminar la posibilidad enfermedades en los cachorros.

4. ¿Cuáles son los puntos altos y bajos de los padres? ¿Qué títulos tienen?

Usualmente los criadores empezarán a hablar de las maravillosas cualidades de sus perros, pero los mejores hablarán también de sus defectos. Aquí se buscan principalmente aspectos como temperamento, agresión, socialización con humanos, básicamente en que aspectos deben ser mejorados.

En cuanto a los títulos, un Criador Responsable exhibe sus perros y si no son campeones al menos deben estar acumulando puntos para serlo. Es importante recalcar que hay excelentes perros que nunca han sido expuestos; sin embargo si el criador está realmente tratando de mejorar la raza, él debería estar comparando sus perros con los de otros criadores y tratar de criar perro que cumplan con el estándar de la raza.

5. ¿Puede explicarme el pedigrí del cachorro?

Un Criador Responsable debe ser capaz de explicarte aspectos importantes acerca de los perros que aparecen en el pedigrí de su cachorro.

6. ¿Dónde han sido criados los cachorros? ¿Cómo los ha socializado?

Con esta pregunta se quiere saber qué clase de socialización han tenido los cachorros, idealmente es deseable un criador que tenga los cachorros cerca de la casa, relacionados con las actividades normales de la familia, para que el cachorro esté habituado a los ruidos y actividades humanas. Alguien que responda en el garaje o en los kennels también puede tener cachorros bien socializados, pero hay que ser más cuidadoso y cerciorarse de que él ha dedicado suficiente a estar con los cachorros. La socialización es muy importante para adquirir un cachorro balanceado, adaptable y de buen comportamiento. Cachorros que han sido expuestos a personas, otros perros, nuevas situaciones, actividades y sonidos del hogar son más saludables física y emocionalmente.

Los cachorros que han sido criados en ambientes con pocos estímulos, sin interacción social significativa pueden desarrollarse como perros tímidos, temerosos, agresivos o tener otros problemas cuando sean mayores. Los perros necesitan aprender cómo jugar, cómo manejar nuevas situaciones y cómo relacionarse con la gente.

7. ¿Cuántas camadas tiene al año?

Los criadores que producen más de 2 o 3 camadas al año probablemente no están poniendo suficiente atención a la genética y salud de sus cachorros. Si es un criador pequeño incluso 2 camadas al año es demasiado, para que él tenga la capacidad de verificar que su crianza está siendo exitosa y que está produciendo cachorros saludables.

Definitivamente EXCLUYA O DESCARTE a todo criador que diga o anuncie: Tenemos Camadas Todo el Año. También descarte a aquel criador que saca cría a una misma perra año tras año.
Un criador con 3 camadas al mismo tiempo no está planeando sus camadas. Todos los cachorros deben ser esperados y bien planeados, sino es un juego de azar si usted va a adquirir un buen cachorro o una pesadilla.

8. ¿Qué garantías da usted sobre este cachorro?
Lo mínimo que un criador debe garantizar es que el cachorro está en buena salud y que no presentará enfermedades genéticas que afecten su desarrollo, en cuyo caso el criador deberá tomar las medidas correspondientes para evitar futuros cachorros enfermos, para indemnizar o sustituir el cachorro a los compradores y para recibir el cachorro de vuelta si es necesario.
Un Criador Responsable debe estar preparado para recibir uno de sus perros en cualquier momento y por cualquier razón, ya que es parte de la ética de un criador que sus cachorros (o perros adultos) tienen un buen hogar y lo seguirán teniendo.

9. ¿Cuándo me puedo llevar el cachorro a casa?
Los cachorros usualmente se separan de la madre entre las 10 y 12 semanas, descarte cualquier criador que venda cachorros menores que lo indicado.

Ricardo Mata Brenes.

viernes, 11 de septiembre de 2009

Diario de un Perro. Anónimo.

DIARIO DE UN PERRO

Semana 1:
Hoy cumplí una semana de nacido, ¡Qué alegría haber llegado a este mundo!

Mes 01:
Mi mamá me cuida muy bien. Es una mamá ejemplar.

Mes 02:
Hoy me separaron de mi mamá. Ella estaba muy inquieta, y con sus ojos me dijo adiós. Esperando que mi nueva 'familia humana' me cuidara tan bien como ella lo había hecho.

Mes 04:
He crecido rápido; todo me llama la atención. Hay varios niños en la casa que para mí son como 'hermanitos'. Somos muy inquietos, ellos me jalan la cola y yo les muerdo jugando.

Mes 05:
Hoy me regañaron. Mi ama se molestó porque me hice 'pipí' adentro de la casa; pero nunca me habían dicho dónde debo hacerlo. Además duermo en la recámara... ¡y ya no me aguantaba!

Mes 12:
Hoy cumplí un año. Soy un perro adulto. Mis amos dicen que crecí más de lo que ellos pensaban. Que orgullosos se deben de sentir de mí.

Mes 13:
Qué mal me sentí hoy. 'Mi hermanito' me quitó la pelota. Yo nunca agarro sus juguetes. Así que se la quité. Pero mis mandíbulas se han hecho muy fuertes, así que lo lastimé sin querer. Después del susto, me encadenaron casi sin poderme mover al rayo del sol. Dicen que van a tenerme en observación y que soy ingrato. No entiendo nada de lo que pasa.

Mes 15:
Ya nada es igual... vivo en la azotea. Me siento muy solo, mi familia ya no me quiere. A veces se les olvida que tengo hambre y sed. Cuando llueve no tengo techo que me cobije.

Mes 16:
Hoy me bajaron de la azotea. De seguro mi familia me perdonó y me puse tan contento que daba saltos de gusto. Mi rabo parecía reguilete. Encima de eso, me van a llevar con ellos de paseo. Nos enfilamos hacia la carretera y de repente se pararon. Abrieron la puerta y yo me bajé feliz creyendo que haríamos nuestro 'día de campo'. No comprendo por qué cerraron la puerta y se fueron. '¡Oigan, esperen!' Se... se olvidan de mí. Corrí detrás del coche con todas mis fuerzas. Mi angustia crecía al dadme cuenta, que casi me desvanecía y ellos no se detenían: me habían olvidado.

Mes 17:
He tratado en vano de buscar el camino de regreso a casa. Me siento y estoy perdido. En mi sendero hay gente de buen corazón que me ve con tristeza y me da algo de comer. Yo les agradezco con mi mirada y desde el fondo con mi alma. Yo quisiera que me adoptaran y seria leal como ninguno. Pero solo dicen 'pobre perrito', se ha de haber perdido.

Mes 18:
El otro día pasé por una escuela y vi a muchos niños y jóvenes como mis 'hermanitos'. Me acerqué, y un grupo de ellos, riéndose, me lanzó una lluvia de piedras 'a ver quien tenia mejor puntería'. Una de esas piedras me lastimó el ojo y desde entonces ya no veo con él.

Mes 19:
Parece mentira, cuando estaba más bonito se compadecían más de mí. Ya estoy muy flaco; mi aspecto ha cambiado. Perdí mi ojo y la gente más bien me saca a escobazos cuando pretendo echarme en una pequeña sombra.

Mes 20:
Casi no puedo moverme. Hoy al tratar de cruzar la calle por donde pasan los coches, no me arrolló. Según yo estaba en un lugar seguro llamado 'cuneta', pero nunca olvidaré la mirada de satisfacción del conductor, que hasta se ladeó con tal de centrarme. Ojalá me hubiera matado, pero solo me dislocó la cadera. El dolor es terrible, mis patas traseras no me responden y con dificultades me arrastré hacia un poco de hierba a ladera del camino.

Mes 21:
Tengo 10 días bajo el sol, la lluvia, el frío, sin comer. Ya no me puedo mover. El dolor es insoportable. Me siento muy mal; quedé en un lugar húmedo y parece que hasta mi pelo se está cayendo. Alguna gente pasa y ni me ve; otras dicen: 'No te acerques' Ya casi estoy inconsciente; pero alguna fuerza extraña me hizo abrir los ojos. La dulzura de su voz me hizo reaccionar. 'Pobre perrito, mira como te han dejado', decía... junto a ella venía un señor de bata blanca, empezó a tocarme y dijo: 'Lo siento señora, pero este perro ya no tiene remedio, es mejor que deje de sufrir.' A la gentil dama se le salieron las lágrimas y asintió. Como pude, moví el rabo y la miré agradeciéndole me ayudara a descansar. Solo sentí el piquete de la inyección y me dormí para siempre pensando en por qué tuve que nacer si nadie me quería.


La solución no es echar un perro a la calle, sino educarlo. No conviertas en problema una grata compañía. Ayuda a abrir conciencia y así poder acabar con el problema de los perros callejeros.

Las mascotas te lo agradecerán

martes, 8 de septiembre de 2009

Agresividad por Dominancia en un labrador

Caso Clínico: “Agresividad por Dominancia en una Labrador”

Historia:

El caso que se va a tratar es sobre Simba, quien es una hembra esterilizada (pasados 6 meses) de raza Labrador. Simba tiene 3 años y 4 meses. Simba vive con sus propietarios Helbert y Julieta y otra hembra Labrador: Kiara, quien tiene 2 años y 2 meses de edad, también esterilizada después de los 6 meses.

Simba nació en una finca donde estuvo hasta los dos meses de edad, cuando fue traída a la casa de sus propietarios. Simba siempre tuvo la posibilidad de entrar y salir de la casa en todo momento. Cuando se tenían visitas en la casa siempre tenía acceso a ellas y no mostraba agresividad hacia estos, incluso si se trataba de niños. Simba sólo mostraba excitación y curiosidad pero una vez que la saludaban y se introducía al visitante se tranquilizaba nuevamente.

Simba ha estado en contacto con otras mascotas y muchas personas ajenas a la casa ya que ha salido en repetidas ocasiones a parques, hoteles, casas ajenas donde hay otras mascotas y su comportamiento ha sido equilibrado en este tipo de situaciones. Simba no ha ladrado de forma excesiva a otras personas o animales en esas ocasiones.

Hace aproximadamente 10 meses empezó a trabajar con los propietarios Amalia (ayuda domestica, 4 horas diarias x 5 dias). Desde que ingresó ella mostró mucho temor hacia las mascotas y pidió que siempre estuvieran alejadas de ella. Si ella se encuentra en el jardín ellas están adentro o viceversa.

Simba comenzó a ladrarle a Amalia a través de la puerta que comunica al jardín con la sala y la que comunica al jardín con el cuarto de pilas, dependiendo de dónde se encontrara ella. La reacción de Amalia era de temor excesivo alejándose de la puerta y la de los propietarios era llamarle la atención a Simba. Con el tiempo el ladrido se fue incrementando e incluso ahora salta sobre la puerta de vidrio en el momento en que ella se acerca al jardín. Simba no deja de ladrar en los momentos en que se le llama la atención ni le quita la vista a la señora en todo momento en el que se encuentra en su rango de visión.


Diagnóstico diferencial:


Simba no tuvo una separación temprana de la madre ya que fue separada hasta las 8 semanas y desde su llegada fue llevada a lugares donde estuvo rodeada de muchos estímulos: bosques, montañas, gente por lo cual se puede descartar una disocialización primaria donde no haya aprendido a reconocer cuáles son las reglas sanas de la sociedad. Simba en otros contextos diferentes a la presencia de Amalia no ha mostrado señales de ataque o mordida hacia otras mascotas o personas.

Se puede descartar una agresividad territorial ya que en muchas otras ocasiones se ha tenido la presencia de extraños en lo que Simba considera su territorio (ya sea a la casa o al jardín) y la reacción no ha sido la misma ya que no se altera ni ataca a las personas que ingresan.

Simba no ha demostrado agresión por protección de recursos ya que Amalia no ha estado cerca en los casos donde se le da la comida. Esto permite también descartar esta patología para este caso.

En una ocasión en la que Simba subió de peso (hace 6 meses aproximadamente), se decidió hacerle un examen de hipotiroidismo para descartar que esa era la raíz del problema. El resultado del examen fue normal, lo cual sirve también para descartar que en este caso la agresividad tiene una raíz orgánica (no se adjuntan exámenes ya que se dejaron donde el veterinario).

Debido a lo anterior se puede concluir que se está frente a un caso de agresión por dominancia. En el caso de la llegada de Amalia debido al temor que ella presentó frente a las mascotas, esto reforzó el comportamiento de Simba para quien existe un conflicto jerárquico al no aceptar su presencia ni autoridad. La conducta ha sido reforzada por los propietarios al prestar atención a Simba durante estos episodios con lo cual ha logrado tener atención y de esta forma intensificar el ladrido y la intensidad de los ataques hacia las puertas al notar su presencia.


Valoración de Riesgo:

El riesgo que representa Simba es bajo a pesar de pesar más de 15 kilos debido a que la agresividad por dominancia se presenta únicamente contra Amalia. Ella es mayor de edad y siempre cuenta con una barrera física (en este caso las puertas) entre Simba y ella.



Tratamiento:

Se procederá a un tratamiento de desensibilización sistemática. Se le indicará a Amalia que poco a poco se acerque hacia la puerta y actúe con toda la tranquilidad aun en los casos en los que Simba se abalance sobre la puerta. De esta forma está restándole importancia a Simba y le ayudará a restablecer el orden jerárquico. Esto contrario a los episodios donde Amalia reaccionaba también intensamente frente a las acciones de Simba al alejarse inmediatamente. Se le pedirá que se esté en estos lugares por períodos de tiempo cada vez mayores y siga actuando con naturalidad sin importar nuevamente las reacciones de Simba.

En ningún caso los propietarios procederán a llamarle la atención a Simba durante estos períodos para evitar que el progreso se interrumpa

Con el fin de reforzar los períodos de calma de Simba, se le pedirá a Amalia que en un momento en que vea a Simba en el jardín calmada (no en los períodos de agresividad) le de un premio a través de la ventana, como también que maneje los recursos de Simba.

Además esta manifestación de ataque tendrá un contracondicionamiento, para que Amalia lo ejecute en el momento preciso y así pueda romper la concentración de Simba y lo cambie hacia otro objeto, dirección etc. Para esto se tendrá que buscar que cosas crean distracción a Simba.

Los dueños se encargarán de repasarle a Simba el adiestramiento básico, y por medicamentos no se recomienda el uso de ninguno.

Helbert Carvajal

Agresividad por Dominancia en un perro mestizo.

Anamnesis:

Spot es un pequinés mixto, macho, sin castrar de 2 años de edad, vive en una zona citadina de Cartago en una casa de una planta y con 5 personas, la dueña Andrea Meneses de 17 años de edad y sus 2 sobrinos Sebastián de 2 y Matías de 4, son los menores de la casa.

Spot es el único animal de esta casa y duerme en el cuarto de pilas de la misma, pasa encerrado la mayor parte del tiempo en un espacio muy reducido y no recibe los paseos ni los estímulos necesarios, fue adquirido por la familia a los 2 meses de edad por lo que no pasó el tiempo necesario con su madre que es un periodo crítico de socialización que va de las 3 semanas a los 3 meses, que posteriormente ayudará al aprendizaje de normas de jerarquización.

Cuando llegó a la casa dormía en la cama de su dueña hasta que cumplió aproximadamente 1 año de edad que fue cuando lo confinaron al cuarto de pilas, también cuando comían, lo sentaban en sus regazos y le daban comida de la mesa, dicen que cuando lo sacaban a pasear lo tenían que llevar alzado todo el camino debido a que le temía a los carros y sonidos fuertes por lo que no le gustaba caminar.

La comida, concentrado, se la daban antes de que todos comieran y se la dejaban ahí hasta que el quisiera comer, se la da cualquier miembro de la familia y se quedan viéndolo mientras come, Spot no permite que nadie se le acerque a su comida solo Andrea, a los demás les gruñe pero no muerde.

En cuanto a los juguetes se los quitaban y lo provocaban hasta que a los 7 meses mordió a Jenifer de 20 años y nunca más volvieron a jugar así con él.

Aproximadamente cuando cumplió un año mordió a su dueña Andrea cuando ella trató de bajarlo de la cama, ella describe que tenia las orejas y cola levantadas y que le gruñía y cuando se le acercó le propició la mordida.

En cuanto a los pequeños de la casa tratan de no acercárselos para que no ocurra un accidente, por lo que casi todo el día pasa encerrado.

Cuando llegan visitas se pone a ladrar excesivamente y cuesta mucho que se calle, tiene el mismo comportamiento cuando se le sirve la comida, primero ladra sin cesar al plato y luego se va y deja de hacerlo.

Además comentan que orina todo objeto nuevo que se coloque en donde el se encuentra, inclusive algunas veces levanta la pata y orina una o dos gotas y eso es todo, ellos ante esto cuando llegaban a la casa le arrastraban la cara por la orina y lo regañaban hasta que el perro comenzó a gruñirles y les empezó a dar miedo.

Cuentan que para bañarlo se les complica mucho porque trata de morderlos aunque no lo ha hecho en esta situación.

Diagnóstico diferencial:

Para saber que patología de conducta presenta Spot, se debe hacer un diagnóstico diferencial, en el cual vamos a descartar otras patologías para descubrir que presenta nuestro paciente y finalmente proceder con el respectivo tratamiento.

No se le pudieron realizar pruebas para descartar problemas de origen orgánico, con lo cual partiremos y supondremos que no presenta esta condición.

El síndrome de privación se da cuando el perro crece en un ambiente pobre de estímulos en sus primeros 3 meses de vida, esto se conoce como ambiente hipoestimulante. Las mordeduras de Spot se presentan por incentivación a la hora del juego y por una actitud ofensiva, además en sus primeros meses de vida tenia muchos juguetes y se le brindaba mucha atención por lo que podemos descartar esta patología.

En cuanto a la agresividad por juego, podría ser el caso de Spot, ya que se le incentivó el juego de tirar hasta que finalmente mordió, sin embargo esto ocurrió solo una vez, pero no podemos descartar que vuelva a ocurrir.

La agresividad por protección de recursos, se da en cuanto al animal se le trata de quitar la comida o alguna pertenencia. Spot no permite que se le acerquen a su comida y toma posturas corporales de advertencia y gruñe para que no se le acerquen, por lo que puede presentar esta patología, sin embargo no realiza esta acción con su juguete.

Descartamos la agresión por irritación, en la cual luego de los encuentros agresivos no se da la fase de apaciguamiento, la cual si se da en este caso.

Agresividad territorial, se da cuando personas desconocidas se acercan al territorio del perro y se da amenaza e intimidación. En el caso de Spot toma esta actitud inclusive con personas conocidas y de la casa por lo que podemos descartar esta conducta.

La agresividad por dominancia, Spot muestra muchos síntomas en cuanto a la agresividad por dominancia como lo son: gruñidos al acercarse mientras come, al tratar de desplazarlo del lugar de descanso, al bañarlo, al castigarlo, también tiende a apoyar sus patas sobre las personas, monta objetos y personas, orina o pseudoorina objetos que se colocan en su territorio como señas de dominancia.

En cuanto a la disocialización primaria, (que se refiere a perros que no aprenden el comportamiento jerárquico por parte de la madre y hermanos), a pesar de que Spot no estuvo el tiempo normal con su madre, sabemos que si aprendió algunas normas como la inhibición de mordida, y la secuencia de amenaza, ataque y apaciguamiento por lo que podemos descartar la patología.

Descartamos la ansiedad por separación, ya que no presenta comportamientos destructivos ni micciones o defecaciones múltiples, además hablamos con los vecinos y aseguran que cuando no hay nadie en casa no escuchan ladridos ni gemidos.

Por lo tanto concluimos que Spot presenta varios problemas siendo el principal la agresividad por dominancia, y además agresividad por juego y por protección de recursos.

Valoración de riesgo:

Antes que nada debemos examinar el riesgo que presenta el trabajar con este perro en especial porque ha mordido en varias ocasiones y hay que asegurarse que no hallan complicaciones ni para él ni la familia.

Lo primero es colocarle un bozal, de manera que si intenta morder no lo logre, ya que a pesar de que las mordeduras anteriores no han sido de gravedad, es mejor prevenir cualquier lesión que se pueda dar.

Se procura evitar el contacto con los menores y cualquier situación que lo pueda inducir a atacar a alguien mientras dure el tratamiento, además de usar el bozal en toda situación de riesgo como al bañarlo, peinarlo, o sacarlo a pasear.

Se le explica a los propietarios que no se asegura que el perro se cure por completo o que nunca vuelva a morder.

Tratamiento:

Primero que nada debemos realizar un ordenamiento jerárquico lineal, esto es que el dueño debe de dominar en toda ocasión, debido a que hay una confusión para el perro, que no sabe quién domina a quién.

Para esto se necesita la colaboración completa de los miembros de la familia de manera que acaten ciertas conductas hacia Spot, como colocarle la comida 2 veces al día dejándola solamente 15 minutos y luego retirarla haya comido o no, esto siempre se ha de hacer, independientemente de si presenta o no problemas de conducta, de manera que se acostumbre a comer cuando se le sirve y no cuando él lo desee, además es importante que los propietarios no estén mientras come.

Se debe ignorar al perro durante 2 semanas, de manera que cualquier conducta de llamar la atención termine de forma infructuosa para el animal.

El propietario debe ser quien inicie toda relación con el perro y no viceversa, de manera que sea el primero quien tenga el control de la situación.

Se detectarán y evitarán todas las situaciones de riesgo que puedan desembocar en agresividad y no se le permitirá el paso a las zonas donde se produzcan los problemas.

En cuanto a los juguetes se mantendrán fuera del alcance del perro y se le darán al iniciar el juego o el adiestramiento, como recompensa y luego se le retirarán, por supuesto se eliminarán los juegos de tirar.

Pasadas las 2 semanas de ignorarlo, se procederá con un adiestramiento en obediencia básica, con lo que se pretende enseñarle a echarse, sentarse, caminar junto, quieto, etc., de manera, que deba obedecer cada vez que requiera algo (comida, juegos, atención…).

También pondremos en práctica la desensibilización sistemática, (habituación), que se refiere acostumbrar al perro de manera lenta y con calma para no inundarlo, hacia la comida, juguetes, baños, zona territorial, inclusive ante los niños, tomando todas las previsiones, de manera que vaya perdiendo su rango y se someta por completo.

Del mismo modo solo reforzaremos las conductas sumisas y eliminar por completo cualquier castigo.

Se recomienda además, paseos diarios con distintos miembros de la familia y socialización con distintos perros en ambientes controlados de manera sistemática.

Seguimiento:

A las tres semanas de iniciado el tratamiento, se pueden notar algunas mejorías en cuanto al comportamiento de Spot y el punto de vista de los dueños.

Ya come solo 2 veces al día y cuando se le sirve, además se comporta de manera natural ante los objetos en su territorio y cuando lo bañaron no gruñó sin embargo estuvo en estado de alerta, aún ladra a los desconocidos y monta algunos objetos, se sigue con el tratamiento y se espera la completa recuperación de Spot, hay mucho optimismo por parte de los propietarios, se esperan prontas noticias de la mejoría.

Es importante comprender que muchas veces los animales sufren innecesariamente de condiciones de estrés y confusión debido a la ignorancia de los dueños quienes se pueden llegar a hartar de su mascota y finalmente se deshacen de ella. Es por eso la importancia que tiene la educación canina y de los propietarios, ya que le mejora la calidad de vida a nuestras mascotas y a nuestra familia. “Educar para salvar vidas”.

Luís Diego Zúñiga Campos

Ansiedad por separación en un Weimaraner

Caso Clínico: Ansiedad por Separación en un Weimaraner


Historia

“Kike” es un macho sin esterilizar, de 8 meses de edad y de raza Weimaraner. Los propietarios son una pareja, A. y R., de 35 y 45 años respectivamente, sin hijos. Viven en una casa en una propiedad grande de 8000 m2 que cuenta con amplias zonas verdes, una quebrada y pequeñas áreas de bosque.

El perro fue regalado, por parte de una familia (conocidos de A. y. R.) que estaba buscando un nuevo hogar para cada uno de una cría de 7 cachorros. Hasta la edad de 9 semanas Kike estuvo junto con su madre y los hermanos. A esa edad A. y R. llevaron a Kike a su casa donde tenían dos perros, un perro mestizo grande de 7 años y un pastor alemán de 6 años.

Hasta los 4 meses de edad Kike dormía en la cama con sus nuevos dueños, mientras los otros perros dormían afuera en las zonas verdes o en una perrera con techo. Durante el día, Kike siempre estuvo cerca de sus dueños (el mayor tiempo debajo del escritorio de la dueña) así como los otros perros, con cuales se socializó sin problemas. Los propietarios trabajan desde una oficina que queda a unos 30 metros de la casa de habitación, dentro de la misma propiedad. Salen muy poco frecuente de la propiedad, razón por la cual los perros casi nunca están solos.

Un día, cuando Kike tenía unos 3 meses, la propietaria tuvo que salir para hacer compras, y el esposo estaba de viaje de negocios. Decidió de dejar al perro dentro de la casa, en el baño, ya que era un lugar donde siempre estaba tranquilo y le gustaba estar ahí para descansar un rato durante el día. A su regreso unos veinte minutos después, encontró que el perro había arañado la puerta, destrozado una toalla, el papel higiénico así como unas chancletas, además de que estuvo gimiendo, llorando y aullando. Después de este incidente, no se volvió a dejar al perro sólo, sino se llevaba en el carro a donde se necesitaba ir, cuando quedaba nadie en casa.

Kike, así como los otros perros, nunca se sacaban a pasear; se suponía que no era necesario por vivir en una propiedad muy grande, en la cual se les proporcionaba suficiente ejercicio físico al jugar con ellos y hacerles correr tirando bolas, de una a dos veces al día.

A los 4 meses se le preparó a Kike un nuevo espacio para dormir, fuera de la casa, en el piso de una bodega bajo techo, con puerta abierta hacia las zonas verdes. Durante las primeras noches de dormir en ese nuevo lugar, separado por sus propietarios pero cerca de los otros perros, mostró cierta ansiedad (vocalizaciones frecuentes, llorando con gemidos, aullidos, ladridos; además arañó la puerta de la terraza y destrozó unos trapos), sin embargo después de poco tiempo, se habituó a dormir tranquilamente en este lugar.

Unas semanas después, los dos perros grandes durante una noche se escaparon de la propiedad, y fueron envenenados, razón por la cual, se volvió a dejar a Kike dormir en la casa, pero esta vez, fuera del dormitorio de los dueños, es decir sin acceso a ellos ni a otros perros. Con este cambio volvió a llorar y emitir gemidos durante la noche (de 2 a 3 veces por noche); a veces destroza partes de la manta en la cual duerme, olfatea debajo de la puerta del dormitorio de los dueños como en búsqueda de ellos y a veces araña la puerta para que le den acceso. Uno de los dueños, en estas situaciones, siempre le atendió las llamadas del perro, consolándole unos minutos, hasta que estuviera tranquilo nuevamente.

Durante el día, Kike pasa casi todo el tiempo cerca de su amo, descansando debajo del escritorio de ella o tumbado dentro de la oficina o en las afueras, pero siempre cerca. Cuando la dueña necesita salir, el perro se queda con el esposo dentro de la oficina o la casa, cerrando la puerta, para que no siga el carro en la calle. En estos casos, el perro observa por la ventana a su amo saliendo, y emite gemidos, aullidos y ladridos. Después de unos minutos, se tranquiliza, y se tumba muy cerca del esposo. Normalmente, a los 30 minutos, el perro se levanta, como en búsqueda de algo o alguien, y empieza nuevamente a gemir y aullar. En algunos casos también empieza a destrozar zapatos (u otros objetos a su alcance, como trapos del piso, cajas de cartón).
Se observa también, que Kike, cuando está descansando cerca de la dueña, se levanta cada vez que ella se levanta, y la sigue, aunque sea solo para ir a traer café de la cocina o para ir al baño.


Diagnóstico Diferencial


Para hacer un diagnóstico acertado lo que se debe tomar en cuenta es que Kike presenta dos problemas principales:

1.) Las vocalizaciones excesivas en determinadas situaciones
2.) La actividad destructiva en determinadas situaciones

Vocalizaciones excesivas

Por la historia descrita anteriormente sabemos que Kike, literalmente nunca en su vida, ha estado sólo. Por el trato y el ambiente proporcionado al perro (dormía en la cama, no se dejaba sólo, casi siempre estaba cerca de la dueña), se ha desarrollado un vínculo afectivo excesivo entre el perro y su amo, es decir un hiperapego en lo cual el perro está más ligado a su dueña que sería normal o saludable. Al no volver a dejar al perro sólo (después de la primera vez, en la cual se presentaron los problemas descritas), y al estar uno de los dueños siempre disponible y accesible para el perro, atendiendo sus llamadas de atención cuando él lo exigía, se vino reforzando cada vez más el vínculo y apego a ellos, sobre todo a la dueña, resultando en un exceso de dependencia.

Esta situación nos puede hacer pensar que las vocalizaciones que manifiesta Kike, cuando sale la dueña, resultan de una ansiedad por separación, relacionada con el hiperapego a ella.

Sin embargo hay que descartar que las vocalizaciones manifestadas estén causadas por otros factores. Se puede descartar estímulos externos como ruidos o la proximidad de otros perros, ya que el perro en las situaciones descritas no se encontraba expuesto e este tipo de estímulos.
Se descartan también las vocalizaciones reforzadas por el propietario y producidas por el juego, ya que en las situaciones descritas al perro no se le estaba prestando atención y no estaba jugando. Dado que el perro en estas situaciones no muestra ningún tipo de agresividad (la cual podría resultar también en vocalizaciones), y que los gemidos, aullidos y ladridos se dan cuando está saliendo la dueña o en ausencia de la dueña, se llega a la conclusión que son causados por ansiedad por separación, resultado del hiperapego a la dueña.

Actividad Destructiva

La actividad destructiva, es otro comportamiento que se puede dar cuando un perro padece ansiedad por separación, pero también puede ser resultado de otros factores. En el caso de Kike, se puede observar que en ausencia de la dueña o sin acceso a ella, a veces destroza ciertos objetos que están a su alcance (trapos, chancletas, etc.) y araña puertas.
Al tratarse de un perro joven, y por el hecho de que Kike destroza el mismo tipo de objetos también en la presencia de la dueña, no se puede asociar esta conducta a una ansiedad por separación, sino parece ser un comportamiento “juguetonamente destructivo” que es normal en perros jóvenes o una llamada de atención cuando está aburrido.

El arañar puertas, sólo se da cuando el perro está sin acceso a los dueños, indicándonos que esta conducta está relacionada con una ansiedad por separación.


Tratamiento

La terapia de modificación de conducta y ambiente recomendada consiste en los siguientes puntos:

1) Desensibilisación gradual / Habituación / Programa de entrenamiento de:

Ø la independencia del perro (simulación de un proceso normal de desapego)
Ø la ausencia de los propietarios (teatro, reforzamiento, cambio de rutina)

Se recomienda primero, acostumbrar al perro a estar sólo (sin acceso a los dueños, pero con ellos cerca). Dejarlo en una habitación o en el transportín, cerrando la puerta. A los pocos segundos regresar a donde está el perro, pero sólo si no está vocalizando. Progresivamente aumentar la cantidad de tiempo que se deja sólo hasta que regresa.

Después se debe acostumbrar al perro a la ausencia de la dueña, y sucesivamente, también a la ausencia de los dos propietarios.
Primero, se deberían simular salidas (“teatro”), es decir alistarse como si fuera a salir - cambiar la ropa, ir al baño, coger las llaves, el bolso, etc. - pero no hacerlo. Esto para desensibilizar el perro a las señales de partida. En caso de que el perro muestre ansiedad, se debe ignorar como si nada estuviera pasando.
Después, empezar con salidas cortas de 1 minuto, varias veces al día, y después alargarlas poco a poco; no despedirse cuando se deja al perro sólo sino ignorarlo por 10 minutos antes de la salida. Al llegar no se debe saludar al perro hasta que no esté completamente calmado.

Importante, siempre reforzar las conductas de tranquilidad, sea con la voz y/o con otros premios.

2) Adiestramiento en Obediencia Básica
Se recomienda para todos los perros, tengan o no tengan patologías de conducta, ya que aumenta la calidad de vida del animal al ponerle unas reglas claras que cumplir (sin ambigüedades), y le hace saber que puede y que no puede hacer en cada momento; en fin ayuda al perro a adaptar su comportamiento a la convivencia con los humanos.

3) Programa de ejercicio previos a las salidas
Agotar al perro… Lo más cansado está, más tranquilo y con ganas a descansar va a estar, disminuyendo el nivel de ansiedad que pueda mostrar en determinadas situaciones.

4) Estimulación en general
Se debe sacar el perro a salir, por lo menos una vez al día, aunque vive en una propiedad grande, primero para más ejercicio físico, pero muy importante también para su salud mental, ya que un perro equilibrado necesita explorar, olfatear, estar en contacto con otros perros, humanos etc. Las salidas también ayudarán a eliminar posibles fases de aburrimiento del perro en cuales podría buscarse objetos para jugar o destrozar.

5) Estimulación de ausencia de propietarios
Se recomienda proveer al perro algún juguete (no siempre por anticipación) que le ocupe y centre la atención en una actividad agradable para él.

6) No se debe permitir que el perro obtenga la atención con exigencia
El hecho de que Kike recibió atención cuando él lo exigía (ej. al gemir, llorar, ladrar), reforzó su dependencia, por lo que esto se debe cambiar; es importante que sólo se le preste atención cuando se encuentra tranquilo y sólo por iniciativa de los propietarios; deben ser ellos que deciden cuando es tiempo para jugar, comer, etc.

7) Compañía en la manada
Proporcionarle la oportunidad al perro, de estar con otros miembros de su especie; volver a tenerle otro(s) perro(s) de compañía dentro de su “manada”, esto le ayudará a disminuir la dependencia excesiva de los humanos.
No se toma en consideración un tratamiento farmacológico, al no tratarse de un caso extremo, sino de manifestaciones leves de ansiedad por separación.

Seguimiento

En este momento se ha logrado desensibilizar el perro al estar sólo durante la noche; duerme muy tranquilo y sin acceso a los dueños.
Como próximo pasó se va a seguir desensibilizándolo a la salida de la dueña, tomando en cuenta las recomendaciones de tratamiento; para dar un seguimiento en determinado momento un poco más en adelante.

sábado, 29 de agosto de 2009

Críticas a Cesar Millán. ¨El encantador de Perros¨

Como educador canino, la verdad es que me siento un poco decepcionado. Un canal de televisión nacional, ha traído a nuestro país un programa sobre Educación Canina, no muy acertado desde mi punto de vista, que promociona y divulga el “Adiestramiento de perros” como nunca he visto en los 13 años que llevo de profesión. Es lógico que los espectadores estén confundidos al respecto, ¿Cómo puede un canal de televisión promocionar una competición canina tan estimulante como el Agility, o programas sobre educación de adolescentes, niños, alimentación… y a la vez difundir un método de educación canina obsoleto, que roza en ocasiones la línea del maltrato animal?

Desde que se emitió el primer programa, los educadores caninos que creemos en la Educación en Positivo, no dejamos de recibir comentarios de dueños de perros que aplicando las técnicas de Millán, han visto cómo aumentaban los problemas de sus perros hasta límites insospechados, que en los casos más graves de agresividad, han acabado con el sacrificio del animal

Y yo me pregunto ¿hasta dónde merece la pena aumentar la audiencia?

He tardado mucho tiempo en decidirme a escribir este artículo. El programa ya lleva casi un año emitiéndose y esperaba que la cadena escuchara las voces de expertos en la materia que se han ofrecido en numerosas ocasiones, para crear un programa de Educación Canina con técnicas actuales y respetuosas con el perro. Después de dar mucho la lata hemos conseguido algo, que por lo menos pongan un rotulo que dice “No intenten estas técnicas sin la supervisión de un especialista”. El problema es que algunas de ellas, ni siquiera debería utilizarlas el especialista. Ante la insistencia, la respuesta del canal, ninguna. Y por supuesto a seguir promocionando el programa y aumentando audiencia, esta vez publicándole un libro en castellano. Ójala se promocionaran así libros tan interesantes como "Las señales de calma" (Turid Rugaas), "Un cachorro en casa (Ian Dunbar)", "No lo mates, enséñale (Karen Pryor)", etc.

Otra confusión para el espectador es que buenos consejos como hacer una actividad física adecuada con nuestro perro para canalizar y quemar su energía, se generaliza para todos los perros, como si a todos les viniera bien patinar a toda mecha desde el primer día, independientemente del problema que tengan. No se ha parado a pensar, que la actividad tiene que ser adecuada para cada perro y que no les debe someter a niveles altos de estrés sin valorar las consecuencias de ese ejercicio. En algunos perros, determinadas actividades pueden ser contraproducentes porque les activamos en lugar de relajarles, que es lo que se busca con esa clase de ejercicio. A otros perros, simplemente les puede dar miedo, por lo que se tendrían que acostumbrar progresivamente.

César Millán, siempre tiene el mismo diagnóstico para todos los perros y nunca descarta problemas veterinarios que pueden ser una de las causas del problema del perro. Fundamenta todo su trabajo en la teoría clásica de la jerarquía, bastante obsoleta, por estar basada en estudios de manadas de lobos en cautividad, que difieren mucho de las manadas en libertad y por supuesto de los grupos familiares en los que se integra el perro domestico actual. Todos los conceptos que utiliza como “el líder” de la manda, “el alfa”, “el más dominante”, provocan un foco más de conflictos y discusiones en las familias. Las personas que ven el programa suelen comentarnos que, cuando el perro no obedece a un miembro de la familia, por que no se impone, porque no tiene dotes de mando… con lo cual cada vez gritan y gritan más y claro, nunca es suficiente por lo que hay que utilizar otras fórmulas más “ofensivas”. De nuevo, se utiliza los mismos recursos para los dueños, o no "disciplinan" suficientemente al perro o son personas inseguras.

Otras técnicas que suele utilizar el Encantador de perros para solucionar casi todos sus casos, son la saturación o inundación. Que el perro tiene miedo a la piscina, pues le tiro de cabeza; que el perro gruñe cuando le intento cortar el pelo, pues le sujeto con todas mis fuerzas para que se esté quieto aunque gruña, y se lo corto; que se lanza a por los monopatines, pues pongo a un niño a patinar delante de él para que pase a 10 centímetros del perro, con el peligro que eso conlleva para ambos. Menos mal que en los programas el pobre niño es su hijo, aunque lo que me preocupa es lo que puede suceder cuando ya no está César Millán y los dueños se arriesguen con cualquier otro niño. Por no hablar de las sesiones interminables de trabajo en las que consigue estresar enormemente tanto a los perros como a sus dueños. Me da la impresión de que nunca ha escuchado hablar de desensibilización, contracondicionamiento, habituación...

Además del ejercicio físico el perro necesita ejercitar su mente, en este punto estamos todos de acuerdo. Desde mi punto de vista, podemos utilizar juegos educativos, practicar habilidades caninas basándonos en el refuerzo positivo, dar paseos agradables para el perro en los que pueda olfatear, estar con otros perros… Desde el punto de vista del Encantador de perros, la actividad mental también está en los paseos, pero de distinta forma: el perro no puede olfatear el suelo, no puede saludar a otro perro. El collar debe situarse el la parte alta del cuello (si es con un collar de estrangulamiento o de púas, mejor), en el programa se explica que así se controla mejor al perro, estoy totalmente de acuerdo, es la parte del cuello más sensible y lógicamente, donde le hacemos más daño. Y si el perro se relame, bosteza o gira la cabeza hacia un lateral, no se tiene en cuenta. ¿Sabría que se puede tratar de una señal de calma debido al estrés que le está provocando en determinadas situaciones?

También podríamos hablar de los toques de atención que se utilizan y que pueden ser de varios tipos: Uno de ellos es golpear al perro con dos dedos y decirle “Relax”; seguimos con la obsoleta técnica de dar la vuelta al perro para sujetarle y que se “someta” (conocida como “Alpha o Dominace Roll-Over”). Ni que decir tiene las consecuencias o efectos secundarios de estos toques de atención que pueden agravar el problema, provocar miedos… Otro toque, es el clásico tirón de correa, eso sí con la maestría que solo el encantador tiene y que a los pobres propietarios nunca les sale. No nos olvidemos del mejor de sus toques maestros: el collar de descargas eléctricas, de camino a ser prohibido en algunos países y él utilizándolo en televisión impunemente (por lo menos lo he visto ya en dos programas).

Sinceramente, sería una maravilla que todos los problemas caninos se solucionasen en un día como hace César Millán “encantando a los perros”. Desgraciadamente no es así, por los años de experiencia que llevo trabajando con problemas de comportamiento canino, he podido comprobar que normalmente hace falta mucho más tiempo. Con los seres vivos no existen fórmulas mágicas, recetas milagrosas o manuales de instrucciones. Cuando el encantador se marcha, se acaba el encantamiento, el príncipe vuelve a ser rana y los problemas reaparecen o se agravan.

Creo firmemente en la educación como proceso y en la educación en positivo. Creo que, se puede disfrutar de la compañía de nuestro perro, sin tener que someterle a este tipo de entrenamiento. La verdad es que es una lástima que con la cantidad y calidad de educadores caninos que existen en Estados Unidos y en España, hayan tenido que elegir este programa como modelo. La parte positiva es que muchas personas se están concienciando sobre la posibilidad de solucionar los problemas de comportamiento de sus perros.

Enrique Solís
Director y Educador Canino de LealCan

martes, 9 de junio de 2009

Agresividad Por Dominancia y Sindrome de Privacion en una hembra mestiza

Autora: Amancay Tapia.
Alumna del Curso de Adiestrador y Terapeuta del Comportamiento Canino
Actual Instructora Canina de FOGAUS Educación Animal

Caso Clínico de Patología de Conducta

Historia:

Lula es un hembra de tres años esterilizada y de raza mestiza. Su dueña es una joven de 26 años que comparte el apartamento con otra joven de 20 años. Viven en un apartamento pequeño en la ciudad el cual no cuenta con patio.

Lula fue adquirida aproximadamente a la edad de 2 meses, aunque su dueña no recuerda la edad exacta que tenía cuando fue comparada a la familia dueña de su madre.
Desde el momento de llegada al apartamento Lula dormía en la cama con su dueña, la compañera de cuarto de apartamento jugaba con la perra con las manos asemejando una pelea por lo cual Lula la mordía en forma de juego; además los juego incluían jalar objetos para que Lula tratara de obtenerlos.

Su comida era puesta en cualquier momento y se mantenía ahí para que la perra tuviera acceso en el momento que lo deseara, además se le daba comida de la mesa.
Lula pasaba la mayor parte del tiempo sola y no se le sacaba a pasear regularmente ya que mostraba miedo a los carros, por lo cual el paseo se hacía casi imposible.
Aproximadamente a la edad de seis meses Lula mordió a su dueña cuando trató de correrla en la cama.

Posteriormente hubo un traslado de vivienda a un apartamento más espacioso y su comportamiento varió mostrándose más agresiva ya que gruñía y trataba de morder con mayor frecuencia. Este comportamiento se mantuvo en las primeras semanas pero al cabo del tiempo desapareció casi por completo al punto de que su comportamiento parecía normal.

Su dueña se dio cuenta de que Lula continuaba mordiendo pero esta vez cuando se le trataba de quitar algún objeto que tenía en la boca, principalmente medias (volvió morder a la dueña y a una amiga de ésta).

La frecuencia de sus paseos aumentaron sin embargo nunca se le pudo sacar a una calle con alto transito de carros por el temor que manifestaba. Todas estas situaciones conllevaron a que su dueña prácticamente nunca la sacara del apartamento, ni siquiera al veterinario, por el miedo que mostraba y el temor que mordiera a alguien.

Diagnóstico Diferencial

Lo primero que se debe tomar en cuenta para hacer un diagnóstico acertado es tomar en cuenta que Lula presenta dos problemas principales:

1. El temor a los carros en movimiento.
2. La agresividad en determinadas situaciones.

Temor a los carros en movimiento:

Por la historia que manifiesta la dueña de Lula sabemos que careció del periodo de socialización el cual se lleva a cabo de las tres semanas a los tres meses de edad. Lula se desarrolló en un ambiente hipo estimulante ya que prácticamente no salía del apartamento por lo cual no tuvo contacto con otros perros, personas, niños, ruidos, carros, etc. Esta situación nos puede hacer pensar en un Síndrome de Privación en su primer estadio (fóbico), ya que ante la presencia del estímulo que en éste caso son los carros en movimiento, se dan una serie de manifestaciones orgánicas como temblores y taquipnea, huida y evitación hacia los carros. En ausencia de éstos el comportamiento de Lula es normal.

Se debe hacer un diagnóstico diferencial con una fobia post traumática y con el síndrome de hipersensibilidad- hiperactividad. No se sabe si ocurrió algún episodio traumático con un carro cuando Lula salía de paseo con la compañera de apartamento, ya que la dueña no tiene conocimiento de dicho evento y manifiesta que con ella definitivamente esto no ocurrió. Descartamos el síndrome de hipersensibilidad – hiperactividad ya que en este hay falta de un estímulo concreto y hay ausencia de inhibición de mordida. En éste caso el estímulo concreto existe (carros) y Lula presenta inhibición de mordida.

Tratamiento

Realizar una desensibilización sistemática, presentándole el estímulo de forma controlada con intensidad creciente y permiso de alejamiento. Realizar un reforzamiento positivo cuando Lula se presente tranquila ante el estímulo para generar una asociación positiva ante el estímulo.

Agresividad ante determinadas situaciones.

Lo primero que se debe hacer es definir el tipo de agresividad al cual nos enfrentamos, ya que ante todo se debe salvaguardar la seguridad del ser humano. Esta es una situación delicada ya que en algunos casos implica la eutanasia del animal.

Las características de la agresión que presenta Lula son las siguientes:

• Muerde al intentar quitarle un objeto de su boca.
• Muerde al intentar desplazarla de su lugar de descanso.
• Muestra resistencia al manipularla: colocarle bozal, inmovilizarla físicamente, cepillarla, bañarla, cortarle las uñas, etc.
• Se resiste a mostrar posturas de sumisión.
• El blanco de ataque son personas conocidas y también personas extrañas.
• Hay impulsividad ya que las posturas de fase de amenaza no existen y la mordedura aparece a la primera señal de provocación.
• El mordisco es controlado de media intensidad con producción de hematoma.
• En la fase de apaciguamiento se acerca a la persona agredida, coloca las orejas hacia atrás y mueve la cola, parece “arrepentida”

Por la historia manifestada vemos que no hay una adecuada jerarquización en donde la dueña debe estar por encima de Lula y no viceversa. Las actitudes de la dueña hacia Lula fortalecen el conflicto jerárquico como por ejemplo el hecho de que Lula duerma en la cama y coma de la mesa. Además hay que tomar en cuenta que está castrada lo cual aumenta su nivel de hormonas masculinas y puede promover la agresividad; igualmente se fortaleció su comportamiento agresivo al permitirle jugar mordiendo y luchar por objetos.

Inicialmente se deben realizar pruebas médicas para descartar una agresividad por causa orgánica. Ante el examen físico no se observan causas orgánicas aparentes.
No se trata de una disocialización primaria ya que en ésta no hay inhibición de mordida. La inhibición de mordida se refiere a los límites aceptables de la mordida, si un perro muerde sin inhibición puede causar daño a su oponente y esta es una situación que no es evolutivamente estable para la especie, ya que puede causar la muerte del oponente y por lo tanto la pérdida de genes. Esta inhibición la enseña la madre a sus cachorros entre las tres y cuatro semanas de edad cuando estos empiezan a jugar entre ellos. Para saber si un perro presenta ausencia de inhibición de mordida se puede juagar con él, si tiende a morder las manos, brazos, etc. sin controlar la intensidad del mordisco y provocando daño el perro no aprendió a controlar la mordida en sus primera semanas de vida y probablemente es un perro que fue separado de su madre y de la camada a una edad muy temprana e inadecuada.
No se trata de una agresividad por miedo ya que su postura no lo demuestra.
No se trata de agresividad territorial por el contexto en el que se da (no solo es hacia personas desconocidas).

Puede tratarse de una agresividad posesiva la cual se manifiesta hacia personas que se acercan al perro cuando está en posesión de un objeto apetecible; este tipo de agresividad se suele incluir dentro de la agresividad por dominancia lo cual es evidente por las características anteriormente citadas. Así mismo se debe tomar en cuenta que esta patología de comportamiento se une al síndrome de privación diagnosticado en el inicio lo que resulta en una mezcla de manifestaciones anormales del comportamiento del perro.


Tratamiento

• Entrenamiento en obediencia básica.
• Resocialización dirigida con otros perros de comportamiento normal.
• Reubicación del lugar de descanso, duerme en el patio y no se le permite descansar en las camas ni en el sofá.
• No se le debe dar alimento de la mesa.
• Darle el alimento en horas establecidas, después de que la dueña ha comido y siempre posterior a una orden (debe ganarse la comida).
• Salir de paseo diariamente.
• Convivencia con otro perro

Seguimiento

Actualmente Lula ha perdido sustancialmente el miedo a estímulos desconocidos para ella, ya puede salir a lugares con tránsito moderado de vehículos sin mostrar las características propias del estado fóbico.

Se deja manipular más fácilmente mostrando algunas veces posturas de sumisión, puede salir en el automóvil sin ningún problema, en las visitas al veterinario no muestra resistencia a la manipulación, obedece a la orden de bajarse de la cama sin desencadenar en una mordida, este punto se debe profundizar más ya que gruñe a la orden.

En general muestra una mejora sustancial en su comportamiento y en las ordenes de obediencia que su dueña le solicita.

jueves, 19 de marzo de 2009

Agresividad por Causa Organica

Agresividad cpor Causa orgánica

Pets y Mas. Num.100. Costa Rica
M.Sc. David Peiró
Etólogo Clínico Veterinario
Adiestrador Canino
Director FOGAUS. Centro de Adiestramiento y Psicología Canina. Costa Rica
www.fogaus.com
info@fogaus.com


AGRESIVIDAD CANINA POR CAUSA ORGANICA


La agresividad que manifiesta un perro puede tener numerosas causas, ya sea por un componente genético, por aprendizaje o derivada de una patología de origen orgánico. Sea como fuere, ante cualquier caso de conducta agresiva de un animal, siempre es necesario descartar que pueda provenir de este último factor.

La agresividad subyacente a una patología orgánica representa entre un 20 y un 25% de los casos de consulta atendidos por especialistas en comportamiento, un porcentaje nada despreciable y por el que es importante que tanto propietarios como profesionales tengan conocimientos sobre ello.

Se debe señalar también que a veces un comportamiento agresivo de origen orgánico puede no ser el motivo exclusivo de este tipo de conducta, sino que actúe como potenciador de aquel, es decir, que aumente la intensidad de un desorden psicológico que ya padezca el perro previamente.

A continuación, vamos a describir de manera breve algunas de estas causas orgánicas que cursan con manifestaciones de comportamientos agresivos:

HIPOTIROIDISMO:

Es la causa más frecuente de agresividad con origen orgánico, aunque al ser descubierto recientemente no existe mucha literatura al respecto.

Se trata de un desarreglo hormonal del que se piensa puede afectar la transmisión normal entre las neuronas disminuyendo la actividad de la serotonina (neurotransmisor del cual uno de sus efectos es la inhibición sobre la agresividad) en el sistema nervioso central y provocando anomalías de comportamiento.

El hipotoroidismo puede o no manifestarse a nivel físico con síntomas tales como alteraciones de la piel, obesidad, letargia, etc. o solo con comportamientos de agresividad en los cuales los episodios agresivos pueden responder a contextos claros y definidos, o al contrario, se presentan de manera impredecible. También puede ocurrir que en otros casos pueda confundirse con una agresividad típica por dominancia o miedo.

Es por ello, que siempre se debe descartar esta patología mediante análisis de concentración plasmática de T4 y TSH que su veterinario podrá determinar. Un valor bajo en T4 y uno alto en TSH pueden ser los causantes del comportamiento agresivo del perro o como potenciador de este. El tratamiento con Levotiroxina a menudo mejora de forma rápida el problema.

DOLOR

Cuando un perro padece de dolores por la razón que sea, el simple hecho de que las personas u otros perros se le acerquen e intenten tocar la zona afectada puede ser motivo de agresividad contra estos. También es posible que una vez desaparecido este dolor, la respuesta agresiva pueda continuar, o que el dolor cause irritabilidad en el perro y esa sea la causa de las agresiones. Por todo ello, se debe consultar al veterinario para descartar que su perro padezca dolores y que sean estos el motivo de la conducta agresiva.

HIDROCEFALIA CONGÉNITA:

Dependiendo de su desarrollo es difícil diagnosticarla, salvo que la deformación del cráneo sea evidente. En muchas ocasiones su manifestación a nivel conductual puede confundirse fácilmente con la agresividad por dominancia.

La sintomatología es variada, pero a modo general, síntomas que nos hagan sospechar de hidrocefalia pueden ser: manifestación de conductas agresivas entre los 4 y 6 meses de edad del perro, dificultad en el aprendizaje en relación a la eliminación inadecuada, agresividad dirigida hacia cualquier persona y sobre todo cuando se les manipula. Es importante tener en cuenta también la predisposición de algunas razas a padecer el problema.

El tratamiento de elección es la administración de glucocorticoides, aunque este tratamiento es normalmente solo paliativo.

TUMORES INTRACRANEALES

Al igual que en la hidrocefalia congénita, la única forma de detectarlo es mediante una Tomografía Axial Computerizada (T.A.C.), aunque la presencia de una masa tumoral en cualquier otra parte del cuerpo puede ser indicativo de tumor intracraneal al tratarse este muchas veces de una metástasis.

Los perros que padecen este problema suelen manifestar conductas agresivas sin motivo aparente y de forma totalmente imprevisible, pudiendo mostrar un comportamiento normal entre dos episodios consecutivos de agresividad.

OTRAS CAUSAS

Finalmente otros factores, aunque menos usuales, pueden ser causantes de manifestaciones de agresividad en perros como déficits sensoriales tales como sordera o ceguera, la epilepsia psicomotora, encefalopatías metabólicas, encefalomielitis víricas, la lisencefalia o las intoxicaciones, especialmente por plomo.


Como se ha indicado, descartar patologías orgánicas como causantes o potenciadoras de la agresividad es el primer paso para averiguar por qué nuestro perro es agresivo. Una vez que sabemos que este no es el motivo, el siguiente paso sería, a través del especialista en comportamiento, averiguar de qué tipo de agresividad se trata para poder comenzar con un tratamiento adecuado y extinguir esa conducta.

Existen numerosos métodos basados en la ciencia de la etología clínica para tratar los comportamientos agresivos. Métodos con someter al perro por la fuerza para hacerles entender que somos nosotros los que mandamos, castigar físicamente, etc. son técnicas no solo obsoletas hoy en día, sino totalmente contraproducentes que harán que el animal padezca más miedo, o en el peor de los casos, aumente su agresividad.

sábado, 24 de enero de 2009

Consecuencias de los Problemas de Comportamiento Canino

Pets y Mas. Num.98. Costa Rica
M.Sc. David Peiró

Etólogo Clínico Veterinario
Adiestrador Canino
Director FOGAUS. Centro de Adiestramiento y Psicología Canina. Costa Rica
www.fogaus.com
info@fogaus.com

Consecuencias de los Problemas de Comportamiento Canino

La mayoría de los problemas de comportamiento que presentan los perros para sus propietarios son conductas absolutamente normales. Ladrar, hacer agujeros en el jardín, morder a algún desconocido que se acerca a su territorio, salir a explorar, destrozar objetos, etc. representan conductas que son propias de la naturaleza canina. Pero nuestra mentalidad humana, nuestra tendencia a caer en interpretaciones antropomórficas no comparte esos comportamientos en la convivencia, y es por ello que ante la imposibilidad por parte de algunos propietarios de entender el por qué o la solución de esas conductas, recurren al uso de la violencia con ellos, o los atan eternamente a una cuerda de medio metro, o llegan al abandono e incluso al sacrificio del animal. Estas actitudes deben acabar de una vez por todas y deberíamos denunciar a aquellas personas que lo hagan.

Los problemas más frecuentes que llevan a ello suelen ser la agresividad contra las personas o contra otros perros, actitudes de dominancia, territorialidad, ladrido incesante, ansiedad por separación (ladridos, destrozos en la casa, micciones y defecaciones, etc.), eliminación inadecuada, fobias, hiperactividad y comportamientos estereotipados.

Y es que muchos de los propietarios no saben que la mayoría de esos problemas de conducta de sus mascotas han sido creados y/o reforzados por ellos mismos inconscientemente debido al desconocimiento de los mecanismos metales caninos y, como consecuencia de ello, al erróneo trato y educación que se les ha dado, como así reflejan las estadísticas en consultas clínicas de comportamiento atendidas por especialistas en patologías de conducta animal (etólogos clínicos). Debemos entender que para poder ¬¬llevar una buena convivencia con nuestras mascotas y evitar esos problemas hemos de bajar nuestro nivel psicológico humano al nivel canino para así poder entenderlos y, desde ahí, modelar su conducta en la búsqueda de una sana convivencia. No podemos esperar que sean ellos los que lleguen a nuestro nivel ni que sepan de antemano qué está bien o qué está mal, ya que obviamente no poseen esa capacidad. En palabras del científico C.Lloyd Morgan, la conducta de un animal debe explicarse de la forma más sencilla posible y sin asumir emociones o capacidades mentales propias de las personas.

Reforzar conductas deseadas o extinguir las indeseadas.

Los mecanismos de comportamiento caninos funcionan básicamente como los humanos: si nuestra conducta tiene una consecuencia positiva, seguiremos realizando esa conducta o incluso la aumentaremos de intensidad ya que obtendremos beneficios de ella, al contrario de lo que ocurre si nuestra conducta resulta en una consecuencia negativa, dejaremos de realizarla. En el caso de los cánidos ocurre lo mismo.

Sirva como ejemplo que los perros, siendo animales eminentemente sociales, realizarán cualquier conducta para llamar nuestra atención, aunque ello les cueste que les griten o les peguen. Cualquier estrategia es válida para conseguir esa atención por parte del resto de la “manada” pues ser ignorados les supone un castigo aún mayor que cualquier otro, y nuestra tendencia será la de corregir esa conducta brindándole atención ya sea en forma de castigo o consuelo. Esto supondrá un error en su educación pues el perro de esa manera conseguirá su objetivo reforzándole que siga haciéndolo.

Por ello, ante comportamientos indeseados debemos hacer entender al perro qué comportamientos nos son aceptables y cuáles no actuando de dos formas: ignorando la conducta indeseada pero reforzando la deseada mediante atención con caricias o premios, o corrigiendo en el momento justo que el animal este realizando esa conducta mediante corrección verbal, y, al igual que la forma anterior, reforzando la que nos interese, es decir, haciendo entender a nuestra mascota qué es lo correcto y qué no.

La mayoría de los problemas de comportamiento de nuestras mascotas tienen solución, o, al menos, se pueden paliar y poder llegar a tener una convivencia aceptable. La comprensión básica de la conducta canina se hace muy importante para entender a nuestras mascotas y educarlas correctamente. Si su perro presenta algún problema de conducta, antes de tomar una decisión drástica que vaya a influir en el bienestar del animal, por favor, consulte a un especialista en comportamiento animal.