Cuidado con los consejos que impliquen maltrato animal

Este artículo nace de la preocupación que nos produce el hecho de que ciertas personas, a través de los animales, saben cómo aprovecharse y ganarse su salario y su fama. No hablamos de aquellas que viven de y con los animales, que las hay muy buenas, profesionales y respetuosas con el bienestar animal, sin duda. Hablamos de aquellos que pretendiendo ser profesionales, además de no tener conocimientos sobre comportamiento y educación canina dan consejos ciertamente aberrantes a los propietarios sobre cómo deben actuar con los problemas de conducta y con la educación de sus mascotas.

Ejemplo de ello es la llamada que recibimos en días pasados de una señora sorprendida y asustada que le pidió consejo a un famoso entrenador del país. Ella tenía una perrita French Poodle que, cuando se iba de casa, le orinaba por toda la casa y en su cama. La respuesta del “entrenador” fue: meta a su perra en una jaula de transporte (trasportín) durante 15 días sin sacarla en absoluto y que viva en sus propias heces y orines para que “entienda” que no debe hacerlo dentro de casa. Después de los 15 días, llévela a su cama y péguele con un periódico para que termine de recibir su castigo...!Sabia solución! Qué vergüenza… Para la información de este señor, a este problema que padecía la pobre perrita se le llama “Ansiedad por Separación”, patología en la que el animal se siente abandonado, sufre mucho y orina sencillamente por ansiedad ante lo que ella cree que es un abandono. Tiene un tratamiento sencillo en el que en absoluto hay que someterla a una crueldad como esta. El tratamiento propuesto por este señor no sólo va a agravar el problema sino que además conseguirá que el perro aprenda a orinar y defecar encima de su propia cama, seguir padeciendo la ansiedad por separación, haber quedado traumada con la experiencia además de comenzar a tener miedo a su propietaria que le castigaría sin que ella pueda entender el por qué del castigo.

Ante la consulta de otra persona a un “profesional” sobre que su perro ladraba mucho, la respuesta fue: corte de cuerdas vocales. El resultado: el perro sigue ladrando pero con la voz ronca. Y la respuesta ante este nuevo problema: póngale un collar eléctrico cada vez que ladre. ¿Qué podemos decir ante esto? No hacen falta más comentarios…

Estamos cansados de escuchar situaciones como ésta, y así podríamos estar horas contándoles otras atrocidades que algunas personas aconsejan a los propietarios de perros. Muchos les hacen caso pues se suponen que son los que saben…Otros, después de ver los negativos resultados, nos llaman para ver qué se puede hacer después de cometido el error. ¿Pero no se dan cuenta estos supuestos “profesionales” que existen otros muchos métodos en los que no hay que maltratar al animal? Es posible que a estas alturas sigan recomendando semejantes brutalidades con los pobres animales?

No es nuestra idea competir con nadie profesionalmente. Muy al contrario, desearíamos que todos colaborásemos en un objetivo común que es ayudar a los animales, porque nos nace desde nuestras entrañas el amor hacia ellos. Pero ante lo que no nos podemos callar de ninguna manera es ante el maltrato animal, y estas personas están ciertamente haciendo mucho daño con sus métodos y consejos.

Sencillamente, desconfíe de toda aquel profesional que, ante algún problema de conducta o método de educación le aconseje el uso de cualquier tipo de castigo o violencia. Es sencillo. No hay por qué usarla. Sólo traería consecuencias negativas. Denúncielo. Les hará un gran favor a otros muchos animales y propietarios.

M.Sc. David Peiró
Director FOGAUS Educación Animal