jueves, 23 de octubre de 2008

Ansiedad por Separacion

SECCIÓN DE COMPORTAMIENTO ANIMAL
Pets y Más. Costa Rica 2007
Año 7. Volumen 1
Número 81

MSc. David Peiró Puente
Etólogo Clínico Veterinario y Adiestrador Canino
Director Técnico Fogaus Educación Animal
Jefe de Proyecto del Centro de Rescate de Animales Silvestres "Rancho Margot".
Correo electrónico: fogaus@gmail.com
www.fogaus.com
Teléfono:(506) 2448- 7128


ANSIEDAD POR SEPARACIÓN

En la edición anterior se explicó la valoración del riesgo, el tratamiento y el seguimiento que requiere un animal con problemas de agresividad por dominancia. En esta edición se brindará información muy interesante sobre la ansiedad por separación que sufren ciertos animales, y además cómo resolverla.

La ansiedad por separación es un problema que afecta a un alto porcentaje de canes que cohabitan con nosotros. Ello es debido, sencillamente, a que nos necesitan cerca, “lo más lejos a su lado”. Son animales eminentemente sociales y la soledad, el abandono de los suyos, que también se da en la naturaleza de los lobos de los cuales provienen. Para el animal la soledad significa algo así como el fin del mundo, y es esta situación que viven la que les crea una ansiedad que para nosotros, o para nuestros vecinos, se hace realmente insoportable.

“Es que cuando me voy de casa el perro se enfada y me destroza todo, ladra sin parar para molestar, orina en cualquier sitio…Se venga de mí!”, suelen comentar los propietarios que padecen este problema con sus perros. Pero no se trata de eso. No debemos adjudicar jamás comportamientos humanos a los animales. Ellos son perros, y no entienden de venganzas, afortunadamente. Simplemente, dada la ansiedad que les provoca la sensación de abandono, han de exteriorizarla de alguna manera y lógicamente lo harán al estilo perro, mordiendo lo que encuentren, orinando donde puedan, porque no entienden de ética y normas de conducta humanas. Nunca debemos olvidar que son perros y sus códigos de comportamiento distan mucho de los nuestros. Además debemos saber también que tratando de adaptarlos a nuestra forma de vida no hacemos sino ir en contra de su propia naturaleza. Hemos de ser comprensivos.
¿Cómo sabemos si nuestro perro padece ansiedad por separación?

El diagnóstico es normalmente sencillo. Estos animales suelen mostrar ya la ansiedad incluso antes de la partida del propietario, y cuando se va el perro gime, ladra, se inquieta. Esto se debe a que el perro codifica a su amo como la figura de apego y sin él se siente perdido y desorientado. Los signos más frecuentes en nuestra ausencia son los ladridos y gemidos incesantes, micciones esparcidas por la casa y el destrozo de mobiliario. Siempre sería conveniente filmar con video para no errar en el diagnóstico y confundirlo con cualquier otra posible patología.

Los perros que incurren en estas conductas en ausencia de sus dueños generalmente lo hacen por el trastorno emocional que se produce por quedarse solos. Estos cambios de conducta van acompañados de una respuesta fisiológica indicativa de estrés.

Cabe realizar un diagnóstico diferencial que nos permita asegurar que el perro padece efectivamente ansiedad por separación, aunque también debemos tener en cuenta que este desorden de conducta puede manifestarse según las diferentes situaciones, como por ejemplo algunos la manifestarán solo cuando la ausencia del propietario se da en un horario no habitual para él, otros solo por la noche, etc. Pero por un lado trataremos de diferenciar esta patología de la eliminación inadecuada por falta de aprendizaje, o por demasiadas horas sin salir o por alguna otra causa orgánica. En estos casos, el comportamiento se produce tanto en presencia como en ausencia del propietario, así como el marcaje con orina.

También cabe descartar las vocalizaciones causadas por estímulos externos como ruidos o proximidad de otros perros, así como las vocalizaciones reforzadas por el propietario, las producidas por el juego o las que tienen su origen por cualquier forma de agresividad no están realmente asociadas a la ausencia o presencia de los propietarios. Sí requiere especial atención en este caso las vocalizaciones asociadas a fobias que serán más marcadas ante la ausencia del dueño.

La conducta destructiva puede tener su motivación por diferentes motivos: por juego, por la presencia de estímulos externos o por la excesivo carácter activo del perro. Ninguna de estas conductas está asociada a la presencia o ausencia del propietario tampoco.
¿Qué debemos hacer para solucionar el problema?

Primeramente hay que dejar claro que no siempre vamos a conseguir solucionar totalmente el problema en la gran mayoría de los casos, sino paliaremos su ansiedad hasta el punto de ser aceptable para nosotros Esto está en función de diversos factores como el grado de apego del animal al propietario, sus antecedentes, el factor hereditario, la separación temprana de la madre, el refuerzo dado a este comportamiento, posibles fobias, ansiedad generalizada, etc. pero sobre todo el empeño que ponga el propietario para solucionar el problema. Ese es, desde luego, un punto clave en ele tratamiento.

El primer paso es aplicar una terapia enfocada a la reducción de ansiedad del animal. Para ello utilizaremos diferentes estrategias. Por un lado tendremos que entrenar la independencia del animal. Trataremos de fomentar la interacción con otras personas de la casa y menos con nosotros. Así, el hecho de que esté con otras personas o perros ha de ser premiado de alguna manera.

Por otro lado, debemos realizar una terapia de desensibilización sistemática a nuestra ausencia, es decir, que el animal poco se acostumbre a estar solo sin que ello signifique abandono, que sea para él una rutina. Para ello procederemos realizando ausencias programadas graduales. Esto es: haremos lo mismo que hacemos cada vez que vamos a salir de la casa, el baño, vestirse, coger las llaves, etc. pero saldremos de la casa durante un minuto. Acto seguido entraremos de nuevo ignorando al animal. Después lo volveremos a hacer durante tres minutos y así progresivamente, repitiendo el proceso y aumentando el tiempo de salida. El animal entenderá finalmente que nuestra ausencia significa nuestra posterior presencia, independientemente del tiempo que pase.
Es de suma importancia también que ignoremos al animal no solo a nuestra llegada, sino 15 minutos antes de nuestra partida también. Eso hará entender al animal que el hecho de que nos vayamos o que regresemos no es un evento importante. Sólo tendremos en cuenta su demanda de atención cuando finalmente esté calmado. Él aprenderá a estar calmado para conseguir nuestra atención.

Es también importante intentar llevar una vida estructurada con pocos cambios de tal forma que le consigamos dar una sensación de seguridad.

Debemos también proveer al animal de mayor estimulación sensorial, como darle entretenimientos (juguetes, la radio puesta, etc.) de tal forma que nuestro perro sustituya los comportamientos ansiosos por otros que reduzcan su ansiedad. Recordad que jamás debemos castigar al animal si este ha provocado destrozos en la casa o eliminado en ella. Esto produciría un empeoramiento del problema y, además, él no sabría por qué le castigamos.
Y, como es natural, hay que sacar a pasear más al perro, incrementar su ejercicio. Así el animal estará más cansado con lo que daremos menos opciones a la ansiedad.
Por último, es aconsejable dejar a nuestro animal en un espacio reducido de la casa cuando nos ausentemos con lo que se sentirá más protegido y seguro.
En muchos casos será necesario recurrir a la farmacología combinada con las terapias de conducta y con la modificación del ambiente, siendo los fármacos de elección los antidepresivos tricíclicos con fuertes propiedades de inhibición de la recaptación de serotonina con la administración adicional de benzodiazepinas en casos severos y/o ansiolíticos (consulte con su veterinario)

Ánimo, el problema tiene solución, y vale la pena luchar por nuestro incondicional amigo. Él lo haría por nosotros, no lo dudéis. Solo trata de entenderle, no es una persona, es un perro... Suerte!

En la próxima edición se tratará el tema del síndrome de hiperactividad- hipersensibilidad en la mascota.

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